Introducción

En la actualidad la educación visual es muy fuerte en los niños, cada generación ha sido educada en constante abundancia  por imágenes, televisión, películas, internet, video juegos, etc. Creando una generación de cultura visual, cuyo contenido ha sido degradado,  se ha vuelto inútil o sin valor educativo.

Los niños al ser un ser en desarrollo es llevado por los comportamientos y valores culturales en la familia y sus alrededores, pero sobre todo en las caricaturas o animaciones. Además que el factor de dibujos animados, puede ser un indicio social de identificación del niño.

Pero ¿que pasa cuando a un niño que necesita de una orientación clara es sometido a material visual sin sentido, sin valores o sin un propósito?

Al no tener razonamiento crítico no pueden diferenciar entre los valores que les son inculcados por ciertos programas y los que deberían aprovechar de otros, a diferencia de jóvenes y adultos.

Las caricaturas para niños deben dejar mensaje, inculcar valores, porque al ser más frecuente la experiencia visual como factor de enseñanza es preferible una nutrición de valores y un desarrollo con ciertos puntos de vista más claros y limpios que un sentido doble.

Entonces hay que preguntarnos, ¿qué clase de personas y mundo estamos creando y educando, recordando que los niños serán el fututo?

Un mundo vacio, de gente ignorante, sin saber cómo reaccionar ante la vida, sin un buen trato a los demás, sin respeto por el medio ambiente y cosas que deberían de tener mucho más valor e importancia.